viernes, 7 de mayo de 2010

A puertas cerradas

El partido ante Acassuso será sin público debido a que la CD no puede solucionar el problema de la inseguridad generada por las 2 barras que tiene el club.

En el mes de octubre, los muchachos de la Agrupación Centenario habían presentado una nota a la CD en la que se le requería que haga un llamado a todas las agrupaciones del club para poder enfrentar el grave problema de seguridad que estamos atravesando. El presidente Lacanna públicamente había reconocido no saber cómo solucionarlo, dando a las claras de que la política de seguridad en el club era un verdadero fracaso, y por eso se intentó una participación en la toma de decisiones que nunca fue aceptada. En una nota emitida por las autoridades de la institución (17/11/2009), se agradece la iniciativa pero se habla de que la CD están “convencidos de que aunando esfuerzos con los organismos oficiales encargados de la seguridad” podrán a la brevedad darle una solución satisfactoria al tema.

La actual CD lleva 18 meses de gestión y aún no ha podido dar respuestas concretas en el área que lleven tranquilidad al asociado. Desde la aparición de la nueva barra (que coincide con la asunción de esta CD) se ha recurrido a un incremento de la presencia policial en los días de partido que, según datos del Subsef, alcanza los 270 efectivos (antes era 320).

Ante la friolera de estos datos, una vez más se afecta a los bolsillos de los socios. En un partido ordinario de la B Metropolitana se necesitan 50 efectivos policiales mientras que Chicago requiere un gasto extra de 220 efectivos, costo que se paga con el dinero del club. Para tener una mejor idea, cada policía cuesta $65 y en partido común y corriente, el operativo sale $3.250. En Chicago sale $17.550, es decir que por partido tenemos un gasto extra de $14.300, que serían $28.600 al mes, sólo en presencia policial, sin contar el gasto en vallas, cercos y otras yerbas.

Y el campeonato económico? Bien, gracias…

Cuestionamos severamente esta actitud de no tomar una decisión política al respecto porque no hace más que profundizar las diferencias entre los socios del club, que ya están cansados de esta situación de inseguridad por la que atravesamos. El agravante es que los medios partidarios adeptos a esta CD se esfuerzan por mirar para otro lado y no dicen una sola palabra al respecto, es más, hasta cuelgan las banderas de una de las parcialidades al comienzo de cada partido. Una verdadera vergüenza.

Debemos dejar de ser hipócritas con la realidad, siempre es el socio el más perjudicado, no sólo porque se ven afectados por la inseguridad y sus costos sino porque los días de partido debe esperar media hora para poder salir del estadio para que una de las parcialidades pueda retirarse sin problemas, custodiados por la policía… Encima, tenemos que “escuchar” a los directivos en los programas partidarios lacannistas diciendo que no conocen a los responsables de las barras cuando el monopólico diario Ole dijo en su momento que Lacanna se juntó con los jefes de las barras, y también sabemos que compartieron la cena de fin de año en el Polideportivo, la presentación de las nuevas camisetas del equipo y acompañan a la comitiva oficial en los partidos que Chicago juega de visitante.

Hoy tenemos dos barras, cuatro tribunas diferentes, reducción de la masa societaria, un fracaso de la política de seguridad y falta de visión al respecto y decisión política para solucionar este grave problema.

Para terminar, se pone como sello a este fracaso institucional encarnado por esta CD que el último partido del campeonato ante Acassuso será a puertas cerradas para el socio y el hincha, por considerarlo de “alto riesgo”. Será un chiste? No, es la cruda realidad de que esta Comisión Directiva fue tristemente derrotada en su idea de que se puede seducir a los violentos para que el problema solucionado, y sabemos que no es así, y para muestra alcanza con ver la realidad. En Mataderos se juega sin público.

Este no es el Chicago que queremos, así será difícil concretar nuestros sueños de ascenso.