sábado, 9 de julio de 2011

El club de la paradojas


Recientemente vimos a un efusivo Antonio Filomeno (ex presidente ’05 - ’08) defender a Chicago como nunca lo hizo en su mandato. El motivo de su cruzada es la falta de sanción a Ríver Plate por los incidentes que son de público conocimiento, producidos tras su descenso al Nacional, hechos similares al partido que jugamos con Tigre en junio de ’07 y que tras la dura sanción aplicada por AFA nos condenó a la B Metropolitana.

Por otro lado, Gustavo Lacanna (actual presidente ’08 - ’11), con menos reflejo político que una “babosa”, es incapaz de ponerse al frente de un reclamo que defienda los intereses de Chicago, aún cuando esto implique la defensa del honor y los dineros de la institución.

En una tercera ubicación aparece el nefasto Juan “Tito” Guerra (ex presidente ’99 – ’05 -foto-), miembro del Tribunal de Disciplina de Interior de AFA, y amigo y socio personal de Grondona, que tras los incidentes del partido con Tigre dijo “Chicago debería irse a la C”, queriendo terciar para detener cualquier movida en contra de las oficinas de la calle Viamonte, influencia que jamás utilizó para traer algún beneficio para el club, en ningún aspecto.

Estas son tres caras de una misma perinola en que Chicago siempre pierde. Tres presidentes a destiempo y llenos de especulaciones políticas, sujetos a la suerte de un desgraciado River Plate y de las alimañas periodísticas (Vila, Anello y comapñía) que buscan despiadadamente su botín. Tres hombres que cuando les tocó presidirnos nos dejaron decepción y frustración, y hoy solo quieren reivindicarse. Vaya contradicción!

Al mismo tiempo, y en la vereda de enfrente se encuentra la gente, esa inmensa mayoría de socios e hinchas, privados de participación legítima e institucional genuina, que se autoconvoca permanentemente y que tuvieron que organizar los festejos del Centenario por la “escondida” de los actuales directivos. Hoy se llaman a las puertas de la AFA para el próximo viernes para protestar por la ausencia de igualdad y trato equitativo entre los clubes asociados, sin los directivos, como siempre.

Somos el club de las paradojas, cuando son elegidos por el voto de los socios no defienden los intereses del club, cuando no lo son encabezan las cruzadas y si están en AFA sólo sacan provecho personal y ni se acuerdan de la institución. Eso sí, en tiempos de elecciones, dan la vida por Chicago…

Es un buen momento para comenzar a pensar y trabajar para un club diferente, con participación social y de puertas abiertas, así no podemos seguir mas. Sólo los socios podremos cambiar esta historia.