Temperley es, sin dudas, uno de los peores equipos del torneo. Sin embargo, se las ingenió para complicarle el partido a Nueva Chicago. De entrada nomas, se puso en ventaja aprovechando una falla defensiva. Se podría decir que salieron del vestuario con un gol de ventaja. Debido a las lesiones y a la falta de gol, Finarolli cambió el esquema táctico, sacó un medio y agregó un punta. Bochi por la derecha, Díaz por el centro y Rodríguez por izquierda, pero nunca pudieron dominar la zona media. Este espacio fue “copado” por la visita, pero para suerte del verdinegro, con poca llegada al arco de Agustín Gómez. Promediando la etapa, el torito cambia, mueve algunas piezas y el equipo mejora y logra marcar dos goles (Carboni y Petrovelli) para dar vuelta el resultado, terminando la primera etapa.
Nos pareció que en el segundo tiempo, el torito iba a definir rápidamente el cotejo. Equivocados. Chicago no supo cómo sacar ventajas de los espacios que dejaban los celestes. Entraron Scifo, Berón y Tus, pero no lograron cambiar el rumbo del partido. Temperley era el dominador y creaba situaciones que por suerte no se concretaron. Así terminó el partido, el local ganó, pero el empate hubiera sido el resultado más justo. Carboni (de gran tarea) por fin “mojó”, se sacó la mufa y pudo convertir. Triunfar siempre es importante, así se suma confianza, aunque se logró con demasiado sufrimiento.
