Había terminado la práctica de la cuarta división y hay estaba él, el ídolo, juntando los elementos de la práctica: pelotas, palitos, vendas, etc. Accedió muy amablemente a nuestra requisitoria. De Mario Francesccini estamos hablando.
Comenzamos la charla preguntándole sobre su especialidad el gol. "Lo importante es crear situaciones, sin ellas, marcar tantos sería imposible. Hay que practicar en la semana, en mi época de jugador, era lo que mas hacía, la repetición ayuda muchísimo a perfeccionar la definición". Luego le preguntamos sobre su actualidad en el fútbol juvenil: "Yo era el director, me costaba trabajo hacer las dos tareas, coordinar y dirigir. La subcomisión tomó la decisión de traer al señor Merlo para que conduzca el fútbol, y yo quedé como técnico de la cuarta. No lo tomé mal ya que a mí, lo que realmente me gusta, es el trabajo de campo".
Continuó diciendo: "Hay veces que hay que tomar decisiones, y tenés que dejar libre a algunos jugadores, es lo malo de esto, pero cuando hay superpoblación de jugadores lo tenés que hacer, espero no haberme equivocado".
Luego se refirió a los representantes, nos comentó que les llenan la cabeza a los chicos y a sus padres, prometiéndoles el "oro y el moro", lo que provoca que los juveniles entren en rebeldía. "Los clubes grandes les hacen contrato, para impedir que se los lleven. Algo hay que cambiar, no puede ser que te los puedan sacar así de fácil".
Lo dejamos, y el siguió guardando los elementos de trabajo, miraba la cancha, seguramente algún recuerdo llegó a su mente, alguna jugada quizás?, o simplemente lo atrapó la nostalgia. Seguimos Mario.
