A los fracasos en el fútbol amateur y del fútbol profesional (para no seguir enunciando), se suma el gran fracaso de Lacanna y Caruso (presidente y vice) en la gestión legal y contable. Los mencionados hicieron su campaña electoral arrogándose la mayor capacidad profesional para gestionar con eficiencia las diferentes áreas del club. Solo nos han demostrado grandes fracasos en casi todas ellas. Cantidades de abogados y contadores no lograron ganar para Chicago una sola causa judicial y no llenaron un solo renglón en los libros contables de nuestro club (tres años sin balances presentados).
Ahora la justicia ha fallado en contra de la presentación de los abogados designados por Lacanna y Carusso para ¿defender? a Nueva Chicago en el reclamo por los derechos económicos de Nico Sánchez, birlados a nuestro club cuando se decidió su libertad de acción por parte de Ríver Plate.
Dice el fallo que los abogados de Chicago "no acreditan la verosimilitud del derecho invocado”, es decir, no logran demostrar con las pruebas presentadas que Chicago tenga derecho alguno para reclamarle a Ríver. Lo insólito de esta presentación es que a diferencia de lo que anunciaron con bombos y platillos llegando a mencionar inhibiciones para los antes "millonarios”, fue solo una solicitud de medida cautelar precautoria en la que se pedía inmovilizar fondos de Ríver en una cuenta bancaria para tener de donde cobrar si redemostraba el derecho de Chicago.
Lacanna no reclamó pesos, ni deuda, ni daños, ni perjuicios, lo grave es que si ahora lo hace, la causa quedará en el mismo juzgado y con la misma jueza que acaba de fallar que los abogados de Lacanna y Caruso no lograron demostrar verosimilitud en los derechos del club sobre el 50% de Nico Sánchez, cosa que no vaticina buenos augurios para nuestra institución.
Han demostrado que no son capaces ni siquiera profesionalmente para defender los intereses de Chicago, y hay una larga lista de juicios multiplicados por negligentes defensas (Acatattis, Fabricio, Corralón de Materiales etc.).
Para ser justos, el tema Nico Sánchez no se reduce solo a esta Comisión Directiva y su mala estrategia y presentación judicial, sino también y fundamentalmente a fallas de origen que de no haber existido no estaríamos enfrascados en esta discusión. El abogado y ex directivo de Filomeno, Dr. Eduardo García, gritó a los cuatro vientos la versión de su contrato perfecto, cosa que fue replicada por muchos medios partidarios oficialistas, pero la verdad la dice la jueza claramente y quien escribe lo viene aclarando cada vez que se toca el tema Sánchez, el contrato está mal redactado, al menos para Nueva Chicago, ya que no defiende completamente sus intereses y deja definiciones importantes sin aclarar y puntualizar.
Veamos lo que dice la jueza respecto de esto: “La lectura de las cláusulas sexta y octava del mencionado convenio, permite establecer que ambos clubes contemplaron la conducta a seguir en caso de la transferencia del pase del jugador y/o la cesión o venta a terceros-total o parcial- del porcentaje de derechos creditorios, pero no se previó la hipótesis de rescisión del contrato como ocurrió respecto de Sánchez”. Esta frase de del fallo de la jueza ratifica lo que venimos afirmando desde la misma confección de su contrato de venta, García lo redactó mal, al menos para los intereses Nueva Chicago, queda en los socios el juicio de valor sobre la redacción de este contrato y su responsable, ¿negligencia?, ¿Irresponsabilidad?, ¿Complicidad?, en cualquiera de las opciones el perjudicado es Nueva Chicago. Y se puede ir más allá aún y leer en el punto 7 del contrato de venta que aquí se publica en el que se dice: “para el caso de que el jugador quedase en libertad de contratación por no ofrecerle River nuevo contrato, por no ejercer la posibilidad de prórroga anual, o por rehusarse el jugador a suscribirlo en las condiciones económicas que River le ofrezca, ninguna responsabilidad se derivará de tal circunstancia para River Plate respecto de Nueva Chicago, con motivo de lo establecido en el presente.”
Pero hay otro costado para analizar y tiene que ver con la decisión de Lacanna y Caruso de venderle 25% de los derechos que poseía Nueva Chicago (50%) a un anónimo “grupo inversor” en 250.000 dólares, en principio con esta venta se habría incurrido en incumplimiento del contrato en su punto 8 cuando dice: “Nueva Chicago no podrá vender y/o ceder a tercero, total o parcialmente, el porcentaje de derechos creditorios reconocidos por la presente, sin ofrecerlo previamente y en forma fehaciente, a River Plate, quien tendrá un plazo de diez días para optar por su adquisición, igualando las condiciones económicas que en forma fehaciente haya ofertado el tercero. Transcurrido ese plazo Nueva Chicago podrá disponer libremente de sus derechos. El incumplimiento de la obligación precedente, en los términos indicados, facultará a River Plate a desconocer la cesión que Nueva Chicago hubiese realizado a favor de terceros.”
Pero esto pierde vigencia con la libertad de acción de Nico Sánchez. Lo grave de la decisión de la venta de la mitad de los derechos de Chicago pasa por la oscuridad total de la operación, de la que solo se conoce la cifra, pero en la que nunca se dio a conocer a los compradores, levantando esto, serias y justificadas sospechas sobre algunos directivos del club. Y esto resulta una transgresión gravísima al derecho de los socios a informarse y a la obligación del gobierno de Lacanna a informar a los socios. Pero la gravedad va más allá aún cuando advertimos que a quien compra un porcentaje de un jugador de Chicago se lo denomina con el eufemismo de "grupo inversor”, cuando solo son compradores, nada invierten en nuestro club y en el caso concreto de Nico Sánchez ni siquiera están ligados a la suerte de Nueva Chicago para que les fuera bien o mal en su negocio. Lacanna y Carusso les han garantizado a estos compradores que no les irían mal, que Chicago respondería ante ellos si al jugador le iba mal y su cotización posterior no produjera las ganancias por ellos estimadas.
No se entiende de otra manera que Nueva Chicago, representado por los abogados de Lacanna y Caruso, se presente en la justicia reclamando no solo sus derechos económicos birlados, el 25% que quedó luego de la venta a este grupo empresario anónimo, sino también la parte comprada por este grupo o persona anónima, por ahora. Solo podemos desconfiar de quienes defienden derechos que no son los de Chicago, y lo hacen representando a nuestro club.
Por último adjuntamos copias del fallo de la jueza y el contrato de Nico Sánchez. Informamos como no informa esta Comisión Directiva, opinamos como no lo hace ningún otro sector político y nos comprometemos con los socios por ello, sin pensar ni especular electoralmente con cual es la postura conveniente a cada momento. Decimos lo que pensamos y hacemos lo que pensamos y decimos. Somos transparentes.