Comenzó el cotejo con un gran dominio del "Dragón", llegaba con facilidad hasta las "barbas" de Monllor. La mala puntería de los delanteros locales impidieron que se pusieran rápidamente en ventaja. Chicago solo aguantaba, rechazaba el balón sin darle un destino fijo. En una de esas veces, que pudo salir del asedio al que era sometido, el Torito logra ponerse en ventaja. El "mudo" Ruiz logra capitalizar una falla de su marcador y con mucha categoría define ante Griffo. Sin quererlo ni merecerlo se ponía en ventaja. Defensores sintió el impacto, pero continuó atacando en busca de la igualdad. Los de Núñez desperdiciaban una tras otra las oportunidades, cómo la que tuvo Montenegro, que solo frente al arco elevó el remate final. Así terminó la primera etapa, el uno a cero, no reflejaba lo acontecido en el campo de juego.
El segundo tiempo mostró al dueño de casa dominando las acciones pero con mas cautela, sin tanto vértigo, como temiendo de algún contragolpe. El técnico Della Pica sacaba defensores y ponía delanteros, lo que generaba espacios que podían ser aprovechados por la visita. Luna (en su único acierto) habilita a Ruiz, que con un preciso cabezazo por elevación, vence por segunda vez a Griffo. Minutos mas tarde es Bustos (aunque usted no lo crea) que define con maestría, poniendo el lapidario tres a cero a favor de los de Mataderos. Allí terminó todo, Defensores no podía capitalizar las ocasiones que se le presentaban. Monllor volvió a ser figura, debajo de los tres palos es realmente eficiente, su buen desempeño ayudó a mantener el cero en su valla.
Con alegría vimos a Julio Serrano dentro de la cancha, todavía le falta ponerse a punto, pero con muy poco demostró toda su calidad. Ganó el Torito, nos volvimos de Nuñez muy contentos, un tres a cero no es poca cosa, pero no en verdad, Chicago estaba para una goleada... pero en contra.