Fue un partido muy emotivo, jugado sin una gran técnica pero con mucha determinación. El empate final fue justo, ya que se repartieron las opciones de gol. Defensores de Belgrano tuvo tres en el primer tiempo, y Nueva Chicago creó la misma cantidad en el segundo período. En el campo de juego no se notó la diferencia de diez puntos que separa al dragón del torito en la tabla de posiciones. Parecía que estaban jugando una final, uno y otro pusieron todo para ganar el cotejo. Era conmovedor ver la entrega de los jugadores verdinegros, a tal punto que con su accionar contagiaron a todo el público, que comenzó a alentar con un gran entusiasmo. "Parece mentira que sean los mismos jugadores del comienzo del torneo, hoy dejan la vida en cada pelota dividida", nos comentaba un viejo plateista. Compartimos esa opinión, todos colaboraban en la recuperación del balón, nadie permanecía estático, la presión ejercida en el medio campo era tremenda.
Si bien todos tuvieron un buen partido, debemos destacar la labor de Ruiz, Carboni, Scifo, Bochi y Agustín Gómez, que claramente sobresalieron del resto. Superaron la obligada ausencia de Julio Serrano, (se rompió un ligamento de la rodilla), con mucha actitud, lo que demuestra que el grupo está fuerte y unido. Chicago lleva cuatro partidos con su valla invicta, no es poca cosa, eso indica que hay un orden que se respeta a rajatablas. El sábado no se ganó, pero se cosechó un empate para seguir en el buen camino.
