6 de Septiembre de 1937 – 28 de Junio de 2003. Ya pasaron ocho años del fallecimiento de Victor Hugo Germán Pardo, y 74 años de su nacimiento en aquel 6 de septiembre de 1937. Desde nuestra agrupación queremos brindarle homenaje a uno de los más grandes buscadores y formadores de talentos en Nueva Chicago.
Pardo trabajó incansablemente desde los años ’70, convocado por Roberto Lliatis. Se inició desde abajo y tuvo maestros de la talla de Rubano, Jacinto Díaz, entre otros. Vocacional 100%, desarrolló una escuela de formación de futbolistas con sentido estratégico. Convirtió a Nueva Chicago en un club vendedor, como era su prédica, y no comprador. Grandes jugadores pasaron por su mano formadora, y fue fundamental la elección de Ciudad Evita y el Club 12 de Octubre para la convocatoria de los mejores jugadores de los potreros de La Matanza. Capaz de bajarse de un colectivo, si por sus ventanillas observaba algún movimiento de un chico que le causara impresión para convocarlo a vestir la verdinegra, para esto, quienes lo conocían decían que tenía “un ojo clínico”, pocas veces le erraba. No se fijaba si su última moneda terminaba en una coca y un sándwich para algunos de los pibes, que el sabía, luego no comerían en su casa. Trabajaba de sol a sol, era técnico, formador, padre adoptivo y amigo de sus jugadores. Por su recomendación, Fabio Almirón vistió la celeste y blanca, primero en las juveniles y luego en la mayor con Carlos Salvador Bilardo. Los Couceiro, Gomito, Gonzalito, Pocholo Sánchez, Leiga, Cena, Greco, Pereyra, Lázaro Lliumi, Elizaga, Rosané, Bentrón, Chacoma, Conte, Quique Nieva, Morán, Jesús, los hermanos Almirón, Dundo, comoponen una lista interminable de jugadores que nacieron en Chicago y nos dieron grandes satisfacciones en primera, como aquel el ascenso de 1991 que logró el ascenso al nacional en Entre Ríos, casi íntegramente compuesto por jugadores formados por él.
La casa de su madre, en Barrio Naón, se convertía a diario en comedor popular para aquellos jugadores que lo necesitaban, y periódicamente en sus terrazas se podía ver secando la ropa que al otro día usarían orgullosos los pibes de Chicago. Durante su estadía en el club, jamás un representante se acercó a nuestros jugadores, los pases eran nuestros en un 100 %. Cuando la institución lo necesitó puso el hombro y dirigió la primera obteniendo siempre buenos resultados que lo convirtieron en uno de los técnicos, junto con Rodolfo Motta, que mayores porcentajes de puntos obtuvieron en el club. Nunca bien pagado ni reconocido por la dirigencia de los ‘90 y pico, no solo desarrolló su vocación sin mirar la paga, sino que se preocupaba en conseguir financiamiento para que siempre cobraran primero sus colaboradores, técnicos y físicos de inferiores.
En lo personal, ostento el orgullo de ser su sobrino, de haberme criado en esa casa de Mataderos, que tantos jugadores cobijó, como cuando llevaba a algunos jugadores campeones del 81´ para que su madre (mi abuela) mejorara sus pies con su oficio de pedicura. O cuando llegó a un cumpleaños de 15 de la familia con más de 20 pibes del club, tantas anécdotas, tantos lindos recuerdos.
Como Agrupación Proyecto Centenario de Nueva Chicago nos comprometemos a recuperar su espíritu de trabajo para nuestro fútbol amateur, su vocación y obsesión formadora serán nuestra guía permanente. Por eso elegimos a Héctor Bentrón para conducir la formación de jugadores en nuestra propuesta de gobierno, porque sabemos que siente esta escuela, que siente a Chicago, que es el más capacitado y experimentado de los formadores con los que hoy puede contar Nueva Chicago
CARLOS PAMPILLON - CANDIDATO A PRESIDENTE POR LA AGRUPACION CENTENARIO DE NUEVA CHICAGO.