sábado, 3 de septiembre de 2011

Con las manos vacías.


Ni bien comenzó el partido, nos dimos cuenta que los dos conjuntos jugaron a no perder. Pusieron demasiado cuidado en destruir, y se olvidaron de jugar. El espectáculo que nos ofrecían era muy malo. El balón estaba mas tiempo en el aire que en el piso, era raro observar jugadas asociadas. La mitad de la cancha, era el lugar donde se luchaba. Así era, lucha y mas lucha, poca claridad de parte de ambos y la pelota era muy maltratada. Por el lado de Chicago, Serrano no podía pensar, ya que era constantemente anticipado, lo que provocaba que sus descargas no fueran punzantes. Por las bandas, la premisa era primero marcar, de esa manera se anulaban en ofensiva. Los atacantes volvieron a estar muy solos y poco abastecidos. Casi el mismo panorama presentaba Brown de Adrogué, los arqueros participaron poco, salvo por algún remate de media distancia o con algunos centros que caían en el área.

En el segundo tiempo nada varió, todo siguió igual, imprecisión tras imprecisión. Mirabamos a Finarolli, en el banco lo tenía a "Gomito", entonces nos preguntabamos: Cuándo lo iba a llamar para entrar al campo? El Torito necesitaba de su "magia". Cuando al fin el técnico se decidió, una verdadera ovación respaldó al ídolo en su regreso a la institución que lo vio nacer. Su ingreso provocó los mejores momentos del verdinegro. Pedía el balón, lo distribuía, le marcaba a sus compañeros por dónde tenían que transitar, pero esa ráfaga duró poco. Vicó, técnico de los de Adrogué, enseguida hizo ingresar a Unyicio, para tener mas contención en el medio campo. Otra vez se emparejaron las acciones, el partido estaba para un empate clavado, salvo que alguien se equivocara y por desgracia, el error lo cometió un jugador del local. Un mal rechazo provoca la escapada de Avalos, que dentro del área es derribado con falta. El penal es convertido por Grecco, transitábamos por los 41 minutos del segundo período, casi no había tiempo para reaccionar. Y así fue nomas, terminó el cotejo, demasiado premio se llevó la visita, obteniendo un inmerecido triunfo. Castigo para el Torito, que no se atrevió a ser protagonista, para ganar hay que arriesgar con inteligencia, la camiseta verdinegra parece pesarle demasiado al cuerpo técnico y a algunos jugadores. Por presentar un planteo tan temeroso, hoy Nueva Chicago se fue con las manos vacías. (foto gentileza Pablo Roldán)