domingo, 27 de febrero de 2011
No supo como hacerlo
Sabía que era un partido complicado, Barracas Central es un equipo duro, con jugadores que en su mayoría se preocupan por destruir, por eso cuenta con sólo tres derrotas en lo que va del torneo. Es también el que más empató. Estos datos nos hacían pensar que iba a ser difícil marcarle tantos.
Nueva Chicago, nunca encontró la manera de "burlar" el cerco plantado por el conjunto camionero. Se llevaban jugados pocos minutos cuando debe salir Cogrossi por lesión. Finarolli, que parece estar perdiendo la paciencia, hace entrar a Luna, para darle mayor volumen de juego al equipo. Pensamos que con Ruiz, Petrovelli, Luna y Pepe, se podría construir algo positivo, pero no fue así. El Torito llegaba hasta el borde del área y allí se perdían las oportunidades, no había ideas, sólo centros que eran presa fácil de los defensores visitantes. Barracas no se animaba a atacar mucho, pero cuando lo hacía, llegaba con peligro. Por la gran tarea de Agustín Gómez (que se ataja todo), el primer tiempo finalizó cero a cero. La segunda etapa mostró al visitante, más amarrete, "Teníamos miedo del contragolpe de Chicago, por eso preferimos no arriesgar", comentó Kopriva después de finalizado el tiempo reglamentario.
Nada cambió con la entrada de Ferrer, siguieron las jugadas intrascendentes, que no complicaban a la segura defensa de Barracas Central. El público alentaba, sobre todo cuando Flandria, rival de Atlanta, convertía sus goles. Llegó el final del encuentro, cero para la visita y un gran cero para el verdinegro, que nunca inquietó a su oponente, no generó ninguna situación clara de gol. En ese tema tendrá que trabajar el Finarolli, para poder plasmar en la red, el trabajo del equipo. Chicago quiso ganar, pero no supo cómo hacerlo.
Nueva Chicago, nunca encontró la manera de "burlar" el cerco plantado por el conjunto camionero. Se llevaban jugados pocos minutos cuando debe salir Cogrossi por lesión. Finarolli, que parece estar perdiendo la paciencia, hace entrar a Luna, para darle mayor volumen de juego al equipo. Pensamos que con Ruiz, Petrovelli, Luna y Pepe, se podría construir algo positivo, pero no fue así. El Torito llegaba hasta el borde del área y allí se perdían las oportunidades, no había ideas, sólo centros que eran presa fácil de los defensores visitantes. Barracas no se animaba a atacar mucho, pero cuando lo hacía, llegaba con peligro. Por la gran tarea de Agustín Gómez (que se ataja todo), el primer tiempo finalizó cero a cero. La segunda etapa mostró al visitante, más amarrete, "Teníamos miedo del contragolpe de Chicago, por eso preferimos no arriesgar", comentó Kopriva después de finalizado el tiempo reglamentario.
Nada cambió con la entrada de Ferrer, siguieron las jugadas intrascendentes, que no complicaban a la segura defensa de Barracas Central. El público alentaba, sobre todo cuando Flandria, rival de Atlanta, convertía sus goles. Llegó el final del encuentro, cero para la visita y un gran cero para el verdinegro, que nunca inquietó a su oponente, no generó ninguna situación clara de gol. En ese tema tendrá que trabajar el Finarolli, para poder plasmar en la red, el trabajo del equipo. Chicago quiso ganar, pero no supo cómo hacerlo.