jueves, 24 de febrero de 2011

Pólvora mojada


Los equipos que tienen goleadores hacen la gran diferencia, por eso se paga tanto dinero por ellos. De nada sirve crear situaciones de gol y no convertirlas. En el fútbol, puede haber distintas estrategias, se pueden tomar distintos caminos para lograr el objetivo, que es GANAR. Para ello hay que marcar goles, haciéndolos se consiguen triunfos, y campeonatos. A Nueva Chicago le está costando demasiado marcar tantos, le pasó con Italiano, y también con Morón.
El partido se presentaba accesible, en el primer tiempo, el torito tuvo innumerables opciones, que no pudieron ser concretadas por falta de puntería. Sobre el final del periodo, sale lesionado Domenez, su reemplazante fue Luna. Finaroli lo veía tan fácil que quiso, con ese cambio, lograr mayor contundencia.
El segundo periodo fue totalmente distinto, Chicago no tenía contención en la mitad de la cancha, lo que fue aprovechado por el local, para convertirse en un dominador casi absoluto. El verdinegro, aguantaba, se salvaba una y otra vez. Cuando todos eran desbordados, allí estaba Agustín Gómez, para "tapar" los errores de sus compañeros. Sobre el final del partido, entra Cogrossi, se rearma la mitad de la cancha, con un poco mas de marca, el torito logra salir del asedio al que era sometido, y de contragolpe pudo haber liquidado el cotejo. La opción mas clara la tuvo Luna, quien solo frente al arquero no supo definir.
El equipo jugó bastante bien, en líneas generales mereció ganar el partido, además de Agustín Gómez, se destacaron, Bochi, Ruiz, Pepe y Petrovelli. La gran decepción fue Damián Luna, muy desentendido del juego, casi sin correr, empecinado en gambetear, sin tener en cuenta a sus compañeros. Para lograr triunfos hay que convertir goles, Nueva Chicago, no los está marcando, habrá que afinar la puntería, por ahora, el torito viene con la pólvora mojada.