lunes, 26 de julio de 2010

Injusta adversidad


La visita al barrio de Ezeiza era riesgosa, el local Tristán Suárez es, sin dudas, uno de los animadores de este torneo, con serias aspiraciones para obtener el campeonato. Lo que llamaríamos un rival directo.
El torito comenzó el cotejo dominando las acciones, sin provocar llegadas peligrosas, ya que se repetía en atacar por la izquierda, casi nunca cambiaba de sector. La primera vez que lo hicieron apareció Scifo y, ante la sorpresa de todo el estadio, entró solo al área y cuando se aprestaba a rematar le cometieron falta. El penal lo ejecutó con maestría Ferrer, decretando el 1 a 0. Luego el árbitro Delfino con sus errores cambiaría el desarrollo del partido. Primero no sancionó una falta de Anconetani, arquero local, sobre Ruiz, y luego expulsó a Barreña en forma incorrecta. "Quiso compensar, es una vergüenza" declaró el defensor en los vestuarios. El segundo tiempo mostró a un Chicago bien parado en el fondo, esperando salir de contragolpe. Tristán Suárez puso en cancha más delanteros, buscando la igualdad. El empate llegó por medio de un tiro libre, ejecutado por Collavini, al palo que cubría Agustín Gómez. El verdinegro tuvo en sus manos el triunfo, primero Scifo con un remate de larga distancia, y luego Ferrer, que solo frente al arco remató sin convicción, facilitando la tapada del Anconetani.
Hubo un "agarron" a Ferrer dentro del área no sancionado por el árbitro, otro error y van.... Cuando el empate parecía cosa juzgada, Gimenez clavó un golazo, con un tiro de media distancia, decretando el injusto 2 a 1 a favor del "lechero".
A la salida del estadio cambiamos opiniones con algunos colegas y comparto la frase de uno de ellos que dijo: "Al equipo lo vi bien, el torneo es largo, al equipo de Chicago por ahora lo banco".